Me gustaría compartir con todos ustedes la invitación recibida de parte de Dios con un objetivo fundamental: El reciclarme en mi vida personal y espiritual, dejando a Dios actuar en este proceso de crecimiento y revisión de toda mi historia de vida, de vocación, y de misión a lo largo de estos años que el buen Dios me ha regalado y la Congregación me ha acompañado, poniendo en mi camino mucha gente como medios que han ido dejando huellas y aportando lo mejor para que esta vivencia lo experimentara como gracia y regalo Suyo.
Lo principal que marcó toda esta experiencia vivida en este curso de crecimiento humano espiritual en el Instituto de Espiritualidad Centro Americano (ICE- CEFA) dirigido por los Padres Jesuitas. en Guatemala desde el 31 de enero – 3 de junio 2020, concretamente en el curso del PAF, en el que participamos unas doce religiosas y religiosos de 8 países. Recibimos talleres de formación de Crecimiento Humano Espiritual, TCP y los ejercicios espirituales de un mes. Se nos invitaba a reconocer tanto bien recibido del amor de Dios como gratuito y creador en mi historia como regalo y como don.
Esta experiencia vivida me ha ayudado a centrarme para reconocer ese amor de Dios encarnado en la vida cotidiana de Jesús: interpelándome en cómo ha sido mi manera de amar, acoger y celebrar de forma compasiva y misericordiosa en el día a día de mi vida en la misión que Dios ha puesto en mis manos y la Congregación me ha confiado.
Al iniciar el día mi oración era: Señor ábreme para descubrir tu paso como gracia en este día y que yo actué desde ti y para ti en todo momento.
La vivencia de esta experiencia inolvidable marcó toda mi historia de vida, entrega, compartir solidario y revisión personal, para un crecimiento humano – espiritual haciendo eco de la frase: Dame Señor ese lente especial del amor para mirarlo todo desde ti; luz para mirar a los demás en ti, fuerzas para poder corresponderte, alegría para poder compartirte, sabiduría para poder descubrirte.
El constatar que Dios me habla en toda la creación, desde mi historia personal, el Mirar y reconocer todo lo que Dios me ha dado, me lleva reconocer de manera indudable que Todo viene de Él.
La posibilidad de que yo pudiera nacer, de que Dios me llamo a mí por mi nombre, me llamo y me ha mantenido en la existencia hasta el día de hoy con todas mis facultades, cualidades físicas, biológicas espirituales, sociales, la familia que me regaló y me inculcó la fe, tantas personas que han estado a mi alrededor, el haber nacido en un país solidario, acogedor y alegre, pero sobre todo un país que celebra la vida, los éxitos pero que aprendemos de los fracasos, y nos levantamos con nuevas fuerzas e ilusión cada día por ser mejores personas, bondadosas, sencillos y de una fe inquebrantable, el mirar como al permanecer en la iglesia el Señor me ha dado la gracia de recibir los sacramentos, ver como su amor me ha acompañado desde mi concepción hasta el día de hoy, mirar no solo lo común con los demás sino esas características que Dios me ha dado que me hace ser una persona especial.
Mi historia personal, mi familia, mis amigos, mis hermanas, compañeros y compañeras de misión y de congregación, mis facultades, mis momentos de crisis, de desánimos y desaciertos, me ha hecho descubrir como Dios se ha manifestado en mi vida de manera sobreabundante, en cada contemplación el amor de Dios manifestado en mi persona y en los míos me ha llevado a mirar y admirar esa generosidad de Dios para conmigo y me preguntaba cómo puedo yo responder a tanto amor recibido.
Dios no solo nos da regalos, sino que nos capacita para compartirlos con las personas que Él va escogiendo para compartir tanta dicha que nos hace felices y nos lleva a vivir en plenitud.
Gracias al Consejo General por permitirme esta experiencia; oportunidad como auténtico regalo, siempre en vanguardia de formación y preocupada por el bienestar psico – humano espiritual de cada hermana.
Solo me queda decir: Toma y recibe Señor toda mi libertad y voluntad todo lo que me diste. Tú me lo diste a ti lo dispongo. Como te pagaré Señor todo el bien que me ha hecho. Cómo te pagaré
Hna. Mercedes Espinal
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